Por Felivia Mejía A Emilio Rafael Trinidad Mendoza, confeso asesino de Yesenia Rivera Figuereo, le tenían prohibida la entrada a la casa de la víctima. La familia de la joven, de 31 años, negó que ellos fueran primos, como el victimario declaró a las autoridades.
“A mí no me caía bien ese hombre, me daba una mala sensación”, dijo ayer la madre de Yesenia, Ana María Figuereo, al conversar con periodistas. “Era un chismoso. Yo no quería saber de él, por eso él casi no venía por aquí y cuando lo hacía se quedaba afuera”, agregó.
Trinidad Mendoza tenía restringida la entrada a la casa de Yesenia, en la urbanización El Rosal, en Santo Domingo Este, desde que tuvo problemas con Ana María porque alegadamente él siempre provocaba que ella se enfrentara con otros miembros de su familia con opiniones malsanas.
Cuando quería hablar con Yesenia sobre algún asunto referente a los préstamos a rédito que llevaban juntos, la llamaba desde la puerta de entrada a su casa o se citaban en otros lugares, refirió la señora.
La madre afirmó que su hija no hacía comentarios negativos sobre Trinidad Mendoza, sino que, al contrario, le confiaba sus negocios de préstamos de dinero que el año pasado empezaron a desarrollar juntos. “Por eso es que estamos sorprendidos de que él haya sido el causante de su muerte”, dijo.
El hermano de Yesenia, Wellington Rivera, que reside en Suiza, expuso que Trinidad Mendoza no compartía mucho con su familia y que las escasas ocasiones en las que lo vio lo percibió como una persona tranquila y amable.
No era primo ni tenían ningún otro parentesco familiar con Yesenia. El victimario es sobrino de la esposa de un tío paterno de la joven muerta, a la que le sobreviven dos niñas de 4 y 11 años.
Las pequeñas reciben atención psicológica para que puedan asimilar la trágica muerte de su madre, a la que le dispararon una bala en la nuca que le salió por el ojo izquierdo y luego fue quemada, el reciente día 26 de julio. La joven se encontraba dentro de su vehículo marca BMW, año 2004, en la avenida Venezuela.
Acusados de ser los confesos autores del crimen fueron detenidos tres jóvenes: Trinidad Mendoza, de 23 años, Willie Féliz y un menor cuya identidad se omite por razones legales. La madre dijo que no está conforme con los tres meses de prisión preventiva que se le dictó a Trinidad Mendoza. Espera que en un proceso no muy largo se le sentencie la pena máxima.
“No fue a un animal que ese hombre mató, fue a mi hija. Tiene que pagar por eso. Me enteré que su abuela le puso un abogado. Eso no me parece bien”, expresó llorosa. La madre de Yesenia, Ana María Figuereo, expuso que Emilio Trinidad le aseguraba a su hija que su ex esposo la acechaba sin que ella se diera cuenta y que supuestamente le tenía a varios hombres contratados para que vigilaran sus salidas.
“El quería (Trinidad Mendoza) aumentar el miedo que ella le tenía a su ex esposo, no sabemos por qué. Se aprovechaba de esa circunstancia”, recordó la madre de la occisa.
Quería quedarse con el dinero
Trinidad declaró a los investigadores que su víctima le había entregado la suma de 400 mil pesos para que lo prestara a rédito a empleados de la tienda donde trabajaba. “Emilio dijo que quería quedarse con el dinero que le había dado Yesenia y que por eso quería matarla”, dijo la madre de la víctima.
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