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Infancia "vendida" al microtráfico.

Monday, August 1, 2011

De MARIELA MEJÍA/Diariolibre
SANTO DOMINGO. La primera vez que las autoridades lo apresaron en el barrio capitaleño La Zurza tenía 24 porciones de cocaína de 9.6 gramos. La segunda, en menos de un mes, tenía 16 porciones de 6.1 gramos. La particularidad es que el detenido solo tenía 12 años de edad.

Otro niño, con siete años, fue arrestado cuando vendía en un punto de drogas en la calle Francisco Vásquez, de El Almirante, Santo Domingo Este. A uno de 14 años se le ocupó una pistola calibre 9 milímetros también en una zona para este negocio.

Tenis de marca, ropa, pasolas y bicicletas son los premios con que convencen los adultos que reclutan a menores para que acepten ser "mulas" en el bajo mundo del microtráfico. Esto va ligado con un entrenamiento para que no los delaten si son detenidos.

El modus operandis es conocido por la Dirección Central Anti-Narcóticos (Dican) de la Policía Nacional. "Los niños y los menores son utilizados por jefes de los puntos, personas adultas, para vigilar, tirar piedras, botellas y disparar a la Dican. Los microtraficantes tienen un ejército de niños y menores que trasladan drogas, vigilan y provocan incidentes cuando se actúa en los barrios", señala un informe dado a DL.

Un ejemplo reciente ocurrió en Higüey, donde agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) apresaron a cuatro adolescentes que vendían cocaína, marihuana y crack en Bávaro, reclutados por adultos.

Sólo en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, la DNCD apresó 431 menores desde el año 2009 hasta julio de 2011. De ese total, 12 eran hembras. El año pasado fueron 178 los detenidos y en el presente 90.

En el negocio se consigue mucho dinero y el valor en las zonas turísticas aumenta hasta en un 50%. DL recibió de una fuente de crédito los precios en el mercado, siendo RD$350 el gramo de cocaína, elevándose en las áreas turísticas a RD$500 y US$20 el gramo. La piedra de crack se vende, dependiendo el tamaño, entre RD$50 y RD$100. La marihuana en porciones pequeñas está a RD$50 y RD$100, y la onza entre RD$1,200 y RD$1,500. La heroína se expende a RD$1,000 el gramo.

"Los adolescentes generalmente esconden la droga dentro de sus bolsillos y/o de su ropa interior, ya que siempre estamos hablando de pocas cantidades, que generalmente son para el consumo", afirma la procuradora fiscal Marilyn Castillo, encargada del Centro de Detención de Niños, Niñas y Adolescentes del Distrito Nacional (NNA).

Los clientes van a sus casas o se encuentran con ellos en algún lugar específico, en diferentes horarios.

¿Por qué menores?

Reyna Tavárez María, encargada de la Dirección Nacional de Atención Integral de la Persona Adolescente en Conflicto con la Ley Penal de la Procuraduría, responde que el Código del Menor los protege y las penas son mínimas, siendo de uno a tres años para los que tienen entre 13 y 15 años, y hasta cinco años para los que están entre los 16 y 18 años. Los menores de 13 años no son procesados.

En términos de drogas, el Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 136-03) establece privación de libertad definitiva por venta y distribución de drogas narcóticas.

La experiencia de Tavárez María le ha permitido conocer cómo los adultos les prometen a los jovencitos que se responsabilizarán de sus familias mientras guarden prisión y, en su vulnerabilidad, los convencen. Mientras, la peligrosa vida de esos menores afecta a sus familias, y a veces hasta a los vecinos, quienes sufren al ver el cambio en su conducta.

Presos y decomisos

Al 11 de julio de este año, en la República Dominicana había 569 menores entre 13 y 18 años, en las cárceles y centros de detención, 257 de ellos con penas y el resto preventivo. Del total, solo 29 eran hembras. La cifra ha aumentado. Para el 2010 eran 517 y en el 2009 totalizaron 472.

Aunque la venta de drogas es la tercera causa del apresamiento, el robo, que es el principal, termina siendo motivado por conseguir droga. Así lo afirma Tavárez María. En los centros hay jovencitos con daño cerebral causado por el consumo de sustancias y muchos tienen hasta dos hijos, agrega.

Inclusive, la procuradora Castillo asegura que al NNA del Distrito Nacional la DNCD y la Dican remitieron en febrero 30 casos de menores, en marzo 24 y en abril 16. Entre robos, homicidios, violación sexual y otros delitos, los vinculados por droga tienen el mayor porcentaje, situación que la jurista ve con preocupación.

Los cargamentos son significativos, siendo la capital dominicana la que concentra la mayor actividad del microtráfico. Un informe suministrado a DL señala que en 423 operativos realizados desde el 2009 a junio de este año la DNCD decomisó a menores en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo 711.7 gramos de cocaína, 201.3 gramos de crack, 1,720.6 gramos de marihuana y 65.6 gramos de sustancias no controladas.

El barrio capitalino que más dolor de cabeza le da a las autoridades es Villa Francisca, donde de un total de 375 menores arrestados, 77 vivían ahí. Le sigue Capotillo con 51, Villa María con 31, Villa Consuelo con 28 y Villas Agrícolas con 27.

Siguiendo el orden, continúan Cristo Rey, Gualey, Guachupita, Villa Juana, San Carlos, Los Mina y Alma Rosa, entre otros.

El proceso

Una vez apresado, un menor es enviado por 48 horas a un centro de detención de Niños, Niñas y Adolescentes para determinar si se enviará a juicio o no, en base al principio de conciliación, y la droga encontrada se lleva a analizar.

En ese proceso se investigan los hechos, se verifica si hay responsabilidad de un adulto o familiar que amerite ser investigado, y hasta se hace una experticia ósea para comprobar su edad.

La magistrada Castillo explica que luego de comprobado el hecho que se le imputa, el menor puede ir al Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes para que se le conozca una medida cautelar, en base a la Ley 136-03, que puede consistir en privación provisional de la libertad en un centro integral, medidas alternativas que no son privativas de libertad, o una libertad pura y simple.

Algunas medidas pueden ser entregarlo a sus padres con la promesa de que se responsabilizarán de él, enviarlo a tratamiento médico o referirlo a capacitación en algún oficio, en base al principio de oportunidad.

Recientemente, el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes del Distrito Nacional impuso un año de prisión a un menor.

Crisis social ha cambiado el rol del menor "inocente"


El trabajo realizado por la directora de la Dirección de Tratamiento y Rehabilitación del Consejo Nacional de Drogas (CND), la sicóloga Ivelisse Germán, le ha permitido comprobar cómo el microtráfico ha permeado la sociedad.

Ese consumo es considerado aún bajo, según una encuesta nacional sobre este tema, realizada por la Asociación Dominicana Pro-Bienestar de la Familia (Profamilia), auspiciado por el CND, que sitúa la prevalencia de marihuana en un 2.3% de un total de 6,180 personas, la cocaína en 1.1% y el crack y los estimulantes en 0.4%, y los tranquilizantes 2.6%.

"Nosotros tenemos una situación de pobreza que estamos enfrentando. Nosotros tenemos una situación de falta de oportunidad y que tenemos que verla como una situación que tenemos que enfrentar", señala la sicóloga.

Un estudio realizado para Casa Abierta por la socióloga Tahira Vargas, titulado "Jóvenes, delincuencia y drogas", arrojó que, a diferencia de la percepción, mantienen una relación con el barrio y la venta no siempre supone que el vendedor también consume.

Encontró una falta de orientación sobre sexo y droga, y exclusión del sistema educativo. Actividades delictivas, como la venta de drogas, no implican para los jovencitos una ruptura en su estilo de vida, ya que para ellos no supone una decisión de estilo de vida, sino que están incorporando actividades que le dejan dinero rápido y fácil, de manera ocasional.

"Los adolescentes se involucran en la venta y distribución de drogas debido a... falta de educación, la migración del campo a la ciudad donde los adolescentes y sus padres forman los cinturones de miseria en nuestros barrios, el desempleo, entre otros factores. Los medios de comunicación que incitan a los adolescentes a querer medios de consumo que no pueden tener, como es el caso de buena pinta, unos buenos tenis, entre otras cosas", dice la procuradora Castillo.

Diversos sectores han sugerido una revisión del Código del Menor para reformular las penas que se les aplican. La encargada de la Dirección Nacional de Atención Integral de la Persona Adolescente en Conflicto con la Ley Penal no está de acuerdo con ello. Para ella, aumentar las penas no es la solución, sino mas bien crear alternativas en los sectores populosos como escuelas técnicas de capacitación, para sacar a los menores del ocio.

En el caso de los involucrados en el microtráfico, señala que el problema viene desde las familias, núcleos que deben ser trabajados por las instituciones. "Cuando vienen papás y mamás y cuentan su vida, es penoso", concluye.

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